lunes, 6 de febrero de 2012

En abril subirá el (artificial) recibo de la luz

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Empieza el año y con él otro capítulo del interminable juego del gato y el ratón entre Gobierno y las compañías eléctricas. A la crisis financiera se le suma el lastre del déficit tarifario de la red eléctrica, que alcanza ya los 21.828 millones de euros (3%del Producto Interior Bruto).
En diciembre nos despertábamos con la intención del Ministerio de Industria, Energía y Turismo de congelar el recibo de la luz, lo que suponía un respiro para el consumidor. Pero el día de Nochebuena, el Tribunal Supremo declaraba suspendida dicha congelación y tomaba partido por las grandes eléctricas. La sentencia, a la que no cabe recurso, declara aplicar los peajes (las tarifas) anteriores al último trimestre de 2011, lo que conlleva un incremento del recibo. A pesar de que el déficit tarifario (la diferencia entre el total recaudado por las tarifas de la Administración y el coste real de la energía) es ya 1,7 veces superior a los ingresos previstos este año según la Comisión Nacional de la Energía (CNE), el ministro de Industria, José Manuel Soria López, mantendrá congeladas las Tarifas de Último Recurso (TUR), tarifas que afectan a 17 millones de usuarios hasta la próxima subasta de marzo.
Pero será temporal. Las eléctricas rechazan ensanchar la deuda, ya que influye negativamente en su valor de mercado y, a través de la Asociación Española de Industria Eléctrica (Unesa), reclaman una subida mínima de los peajes del 30% en 2012. Pero Unesa no hace referencia a los ingresos anuales de sus clientes: Endesa logró un beneficio neto de 4.129 millones en 2010 (20%másque en 2009) e Iberdrola, un beneficio neto de 1.015 millones entre enero y marzo de 2011, un 10% más respecto al mismo periodo de 2010. Ninguna eléctrica con la que este diario ha intentado contactar estimó oportuno pronunciarse respecto a las presiones de subir la factura eléctrica.
Comienza la liberalización
Varias asociaciones de consumidores denuncian la posición dominante de las eléctricas (que tienen el 10% de la riqueza del Estado) y critican que éstas achaquen el déficit a las primas en favor de las renovables. Al respecto, la asociación ATTAC aclara que son las nucleares las que aprovechan su posición dominante para lograr ingentes beneficios con menor coste, al tener instalaciones amortizadas. Esta presión ha puesto a la “Triple A” (las divisiones de renovables Abengoa, Acciona y ACS) en pie de guerra contra un sistema que, estiman, favorece a las eléctricas.
Este mercado marginalista es lo que denuncia precisamente Ladislao Martínez, vicepresidente de ATTAC, quien achaca el elevado déficit tarifario al actualmarco legal que ampara a las eléctricas desde 1997, año en que José María Aznar promulgó la Ley 54/1997 que liberalizó el mercado nacional eléctrico y que sigue en vigor actualmente. Con la liberalización, se estableció un mercado de compra-venta en el que las productoras realizan ofertas diarias para vender en el mercado mayorista, partiendo desde la oferta más barata hasta igualarla con la demanda y obtener el precio eléctrico. En primer lugar acceden las nucleares, después, las renovables, a las que le siguen las energías más caras, el gas y el carbón. La última en cubrir la demanda proyectada marca el precio marginal de la energía de ese día concreto, por lo que todas las demás fuentes son retribuidas también a este precio.
Ese es el problema. El juego de ajustes de los gobiernos permite la supervivencia del déficit, que endeuda las arcas públicas y beneficia la especulación al mantener artificialmente el precio de la luz, critican desde ATTAC. Los peajes, que cubren la cuota de los costes de distribución, transporte y las primas a renovables, entre otros conceptos, representan la mitad de la factura que pagamos los consumidores, y esta mitad es la única a la que el Gobierno puede meter mano. La otra mitad de la factura la marca el precio de la energía fijada en las subastas trimestrales.
La última congelación
Pero los ajustes aplicados por Industria no son nuevos: cuando en el último trimestre de 2011 los precios de la energía crecieron entre un 9 y un 13%, la jugada del Gobierno de Zapatero fue rebajar los peajes, congelando la factura. En enero ha sucedido lo contrario: a una bajada del 10% del precio en los mercados, siguió una subida del 11% de los peajes para mantener inmóvil el precio a los consumidores. Las eléctricas reclaman a Mariano Rajoy que incremente los precios para evitar que el déficit se ensanche más. Esto implicaría un incremento de la factura en un 15% y otro lazo más a la soga de los pequeños consumidores.
El Gobierno, de momento, sopesa una subida del 5% a partir de abril. Desde FACUA se critican las subidas del recibo y recuerdan que en 2011 las tarifas eléctricas experimentaron subidas que incrementaron un 11,3% la factura. FACUA considera “obscenos” los beneficios de las eléctricas en plena crisis. Por su parte, ATTAC ataca a las eléctricas y aclara que sectores como el siderúrgico o el metalúrgico pagan por la electricidad menos de lo que realmente cuesta, favoreciendo el déficit que pagaremos mañana los usuarios.
Asimismo, las nucleares (20% del consumo en 2011) producen con costes más bajos (al estar ya amortizadas) y sus gastos son menores que las gasistas, que suelen fijar el precio marginal, pero cobran lo mismo que estas últimas. Por ello, sus márgenes de beneficio son ingentes y simultáneos al crecimiento del déficit, alega Ladislao Martínez, quien prevé un déficit anual de 4.000 millones de euros en 2012 hasta situarlo en 23.000 millones. Por su parte, la Comisión Nacional de la Energía prevé una atonía del mercado y un incremento de los peajes para reducir el déficit 1.500 millones de euros (respecto a los 3.000 de 2011). El sueño de eliminar el déficit en 2013 (RDL 6/2009) se torna una utopía.

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