En abril subirá el (artificial) recibo de la luz

En
diciembre nos despertábamos con la intención del Ministerio de
Industria, Energía y Turismo de congelar el recibo de la luz, lo que
suponía un respiro para el consumidor. Pero el día de Nochebuena, el Tribunal Supremo declaraba suspendida dicha congelación y tomaba partido por las grandes eléctricas.
La sentencia, a la que no cabe recurso, declara aplicar los peajes (las
tarifas) anteriores al último trimestre de 2011, lo que conlleva un
incremento del recibo. A pesar de que el déficit tarifario (la
diferencia entre el total recaudado por las tarifas de la Administración
y el coste real de la energía) es ya 1,7 veces superior a los ingresos
previstos este año según la Comisión Nacional de la Energía (CNE), el
ministro de Industria, José Manuel Soria López, mantendrá congeladas las
Tarifas de Último Recurso (TUR), tarifas que afectan a 17 millones de
usuarios hasta la próxima subasta de marzo.
Pero
será temporal. Las eléctricas rechazan ensanchar la deuda, ya que
influye negativamente en su valor de mercado y, a través de la
Asociación Española de Industria Eléctrica (Unesa), reclaman una subida mínima de los peajes del 30% en 2012. Pero Unesa no hace referencia a los ingresos anuales de sus clientes: Endesa
logró un beneficio neto de 4.129 millones en 2010 (20%másque en 2009) e
Iberdrola, un beneficio neto de 1.015 millones entre enero y marzo de
2011, un 10% más respecto al mismo periodo de 2010. Ninguna
eléctrica con la que este diario ha intentado contactar estimó oportuno
pronunciarse respecto a las presiones de subir la factura eléctrica.
Comienza la liberalización
Varias
asociaciones de consumidores denuncian la posición dominante de las
eléctricas (que tienen el 10% de la riqueza del Estado) y critican que
éstas achaquen el déficit a las primas en favor de las renovables. Al
respecto, la asociación ATTAC aclara que son las nucleares las que aprovechan su posición dominante
para lograr ingentes beneficios con menor coste, al tener instalaciones
amortizadas. Esta presión ha puesto a la “Triple A” (las divisiones de
renovables Abengoa, Acciona y ACS) en pie de guerra contra un sistema
que, estiman, favorece a las eléctricas.
Este
mercado marginalista es lo que denuncia precisamente Ladislao Martínez,
vicepresidente de ATTAC, quien achaca el elevado déficit tarifario al
actualmarco legal que ampara a las eléctricas desde 1997, año en que
José María Aznar promulgó la Ley 54/1997 que liberalizó el mercado
nacional eléctrico y que sigue en vigor actualmente. Con la liberalización, se estableció un mercado de compra-venta
en el que las productoras realizan ofertas diarias para vender en el
mercado mayorista, partiendo desde la oferta más barata hasta igualarla
con la demanda y obtener el precio eléctrico. En primer lugar acceden
las nucleares, después, las renovables, a las que le siguen las energías
más caras, el gas y el carbón. La última en cubrir la demanda
proyectada marca el precio marginal de la energía de ese día concreto,
por lo que todas las demás fuentes son retribuidas también a este
precio.
Ese es el
problema. El juego de ajustes de los gobiernos permite la supervivencia
del déficit, que endeuda las arcas públicas y beneficia la especulación
al mantener artificialmente el precio de la luz, critican desde ATTAC. Los peajes, que cubren la cuota de los costes de distribución, transporte y las primas a renovables, entre otros conceptos, representan la mitad de la factura que pagamos los consumidores,
y esta mitad es la única a la que el Gobierno puede meter mano. La otra
mitad de la factura la marca el precio de la energía fijada en las
subastas trimestrales.
La última congelación
Pero
los ajustes aplicados por Industria no son nuevos: cuando en el último
trimestre de 2011 los precios de la energía crecieron entre un 9 y un
13%, la jugada del Gobierno de Zapatero fue rebajar los peajes,
congelando la factura. En enero ha sucedido lo contrario: a
una bajada del 10% del precio en los mercados, siguió una subida del
11% de los peajes para mantener inmóvil el precio a los consumidores.
Las eléctricas reclaman a Mariano Rajoy que incremente los precios para
evitar que el déficit se ensanche más. Esto implicaría un incremento de la factura en un 15% y otro lazo más a la soga de los pequeños consumidores.
El
Gobierno, de momento, sopesa una subida del 5% a partir de abril. Desde
FACUA se critican las subidas del recibo y recuerdan que en 2011 las tarifas eléctricas experimentaron subidas que incrementaron un 11,3% la factura.
FACUA considera “obscenos” los beneficios de las eléctricas en plena
crisis. Por su parte, ATTAC ataca a las eléctricas y aclara que sectores
como el siderúrgico o el metalúrgico pagan por la electricidad menos de
lo que realmente cuesta, favoreciendo el déficit que pagaremos mañana
los usuarios.
Asimismo, las nucleares (20% del consumo en 2011) producen con costes más bajos
(al estar ya amortizadas) y sus gastos son menores que las gasistas,
que suelen fijar el precio marginal, pero cobran lo mismo que estas
últimas. Por ello, sus márgenes de beneficio son ingentes y simultáneos
al crecimiento del déficit, alega Ladislao Martínez, quien prevé un
déficit anual de 4.000 millones de euros en 2012 hasta situarlo en
23.000 millones. Por su parte, la Comisión Nacional de la Energía prevé
una atonía del mercado y un incremento de los peajes para reducir el
déficit 1.500 millones de euros (respecto a los 3.000 de 2011). El sueño
de eliminar el déficit en 2013 (RDL 6/2009) se torna una utopía.
Fuente: Periódico Diagonal
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