Mar, 19/10/2010 - 00:40 — S. Ensenanza e ...
Otra vez el verano ha servido a la Administración Aguirre para proseguir en su política de destrucción de la enseñanza pública. Con el final del curso llegaron las instrucciones conjuntas de las Viceconsejerías de Educación y de Organización Escolar, de 29 de junio de 2010. Y con el nuevo inicio se continuó con la labor de los recortes en los cupos de profesorado. Y todo como puntilla a la ley 4/2010 para la reducción del déficit público.
El resultado de todos estos recortes supone la pérdida de unos 1.500 ó 2.000 trabajadores, gracias a:
* Otro tijeretazo para los interinos que sólo cobrarán el verano si han cubierto una vacante anual. No se cubrirán bajas de menos de 15 días (o más en fechas próximas a las vacaciones).
* Supresión de las licencias por estudios remuneradas.
* Más recortes en los presupuestos de la ya casi desmantelada formación del profesorado.
* Supresión de horas para todos los proyectos de centros: TIC's, bibliotecas escolares, etc. pues todos debemos dar al menos 18 horas lectivas.
* Eliminación de desdobles en la ESO.
* Supresión de reducción lectiva para mayores de 55 años por falta de cupo.
* Para el profesorado de módulos profesionales las nuevas instrucciones suponen un incremento de tres horas semanales y les añaden funciones lectivas fuera de ese horario.
* Supresión de grupos de compensatoria.
* Más restricciones para proseguir con el desmantelamiento del bachillerato nocturno.
* Casi 2.000 demandas de plazas de PCPI sin cubrir.
* Aumento de las ratios hasta superar los límites legales.
* Supresión de segundos orientadores.
* Reducción drástica de dictámenes de alumnos con necesidades educativas específicas.
* Etcétera.
Todo esto enmarcado en unos presupuestos fuertemente restrictivos que adelgazan las ya habitualmente rácanas partidas presupuestarias: disminución becas comedor y libros, recortes en el transporte de alumnos, recortes de plantillas, menos rutas de transportes (que afectan especialmente a los alumnos/as con necesidades educativas específicas), etcétera.
Afortunadamente el profesorado encara todas estas medidas con una extraordinaria motivación gracias a las bajadas salariales previas al verano: más horas de clase, más alumnos y menos sueldo.
La justificación principal de todo esto es ya conocida por todos: hay que ahorrar para disminuir el déficit público (causado, eso sí, por el despilfarro, la corrupción y la privatización), y así contenerlo bajo sea como sea. La realidad es que de las muchas medidas posibles, la sra. Aguirre apuesta por atacar a los trabajadores públicos y profundizar en las políticas que pretenden introducir en el mercado cualquier servicio público (sanidad, enseñanza, agua, etc.).
Para la enseñanza pública se podría sacar dinero de muchos sitios. Es cuestión de prioridades, como cuestión de prioridades es encontrar clases de religión con un solo alumno y al lado tener una clase de Lengua Castellana y Literatura de bachillerato con 38 alumnos (aunque hay otros sitios con aulas donde se sobrepasan los 40 alumnos). Como también es cuestión de prioridades poner en manos de gigantescos imperios económicos afines a Esperanza Aguirre escuelas infantiles concertadas que tradicionalmente eran puestas en manos de cooperativas, con el consiguiente empeoramiento de la atención a las criaturas.
Los sindicatos subvencionados protestarán tibiamente por todo esto, y ruidosamente por los liberados o parásitos sindicales que Aguirre les quiere quitar. Nosotros, sin liberados, sin subvenciones no nos cansaremos de luchar contra los recortes sean pequeños o grandes, de PP, de PSOE, de donde vengan, porque no hacemos política, hacemos anarcosindicalismo.
http://ensemad.cnt.es
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