Mié, 27/10/2010 - 10:48 — sov-madrid
La CNT de Madrid ha empezado la semana repartiendo información sobre el conflicto abierto con la Biblioteca Nacional por la readmisión de nuestra compañera Marta; que fue despedida de su puesto de trabajo en la Biblioteca como castigo por la demanda de cesión ilegal que interpuso contra la Biblioteca y la empresa Indra. Como ya viene siendo habitual, desplegamos pancarta y repartimos panfletos al tiempo que denunciamos – megáfono en mano – la situación de explotación en la que se encuentran los más de 400 trabajadores y trabajadoras subcontratados por esta institución.
El pasado miércoles 21 de septiembre, en un intento por alcanzar una salida negociada a este conflicto, nuestro sindicato acudió a una reunión convocada por la Directora General y el Gerente para tratar la readmisión de nuestra compañera Marta. La Directora, Gloria Pérez Salmerón, reconoció que efectivamente el contrato en cesión ilegal de nuestra compañera se había renovado por un año más, afirmando que la anulación de éste se debió “exclusivamente” a causas económicas. Desde la CNT tenemos muy claro que el motivo del despido de nuestra compañera no es éste, que los presupuestos de la Biblioteca Nacional no se improvisan de esa manera y que la anulación del contrato sólo se explica como castigo por la demanda interpuesta por cesión ilegal. De hecho, otras trabajadoras de la Biblioteca se han acercado a nuestro sindicato para informarnos que también han sido despedidas por denunciar la cesión ilegal en la que se encuentran. A estas alturas del conflicto, la Dirección de la Biblioteca no puede continuar justificando los despidos por los recortes en el presupuesto; la subcontratación de más de 400 trabajadores y trabajadoras en la Biblioteca Nacional sale más caro que la contratación directa, que supondría un ahorro de más del 40%. Cada persona subcontratada le cuesta a la Biblioteca unos 25.000 euros más al año que si fuese contratada directamente; y es más, cada persona subcontratada le reporta a las empresas más de 30.000 euros anuales de beneficio. Si estas cantidades sobrantes de cada caso individual las multiplicamos por los más de 400 contratos externos, ¿de cuántos cientos de miles de euros de ahorro estaríamos hablando? Está claro que la voluntad de la Biblioteca no es ajustar el presupuesto sino seguir regalando el dinero público a las empresas, al tiempo que reduce en un 5% el salario de sus empleados públicos.
Esperamos que los trabajadores y las trabajadoras de la Biblioteca Nacional entiendan que nuestra lucha no es un ataque al empleo público, sino todo lo contrario. Las compañeras que han denunciado su situación de cesión ilegal no pretenden entrar por la puerta de atrás, como la Dirección de la Biblioteca se esfuerza por hacer creer. Para nosotros y nosotras, la única puerta de atrás que se ha abierto en la Biblioteca Nacional es la de la subcontratación de más de la mitad del personal que trabaja en ella; la puerta de atrás es por la que se entra cuando no se tiene un contrato legal; la puerta de atrás es por la que entran cada día cientos de subcontratados, porque la Biblioteca Nacional se empeña en no convocar suficientes plazas de empleo público para cubrir los puestos de trabajo que necesita. Entrar por la puerta de atrás es lo que hizo nuestra compañera Marta el día que tuvo que firmar un contrato en cesión ilegal para poder trabajar. No es entrar por la puerta de atrás denunciar esta situación y defender su puesto de trabajo.
¡DEFIENDE TU PUESTO DE TRABAJO!
¡NO A LA CESIÓN ILEGAL DE TRABAJADORES Y TRABAJADORAS!
¡POR LA READMISIÓN DE NUESTRA COMPAÑERA MARTA!
¡POR LA CONTRATACIÓN FIJA DIRECTA DE TODO EL PERSONAL SUBCONTRATADO!
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