Dom, 17/07/2011 - 19:58 — actualidad
En la entrevista de este mes continuamos analizando aquellas cuestiones referidas sobre la salud, en un momento en el que vuelven a saltar las alarmas con la bacteria E. coli de por medio. Un suceso que vuelve a poner en entredicho la seguridad alimentaria del planeta en pleno siglo XXI. Para ello hablamos con Miguel Jara, especialista en la investigación de temas de salud y ecología, quien acaba de publicar el libro “Laboratorio de médicos”. No le pierdan la pista, sus escritos son muy reveladores.
Iván N. C. / Redacción
Pregunta. Saludos Miguel, no podíamos empezar esta entrevista sin preguntarle acerca de la famosa bacteria E. coli. Si en diversos medios de difusión estatal se puede leer que esta bacteria es una de las más frecuentes en las infecciones alimentarias junto con la salmonela. ¿Por qué ahora se produce ese gran alarmismo?
Respuesta. La E.coli es una bacteria que todos llevamos dentro y que necesitamos para por ejemplo hacer bien la digestión. No sabemos bien por qué ahora este alarmismo pero sí sabemos que hay una compañía farmacéutica, Alexion, que está realizando ensayos en Fase II (hay tres fases) para combatir el síndrome hemolítico que producen las bacterias resistentes a los antibióticos encontradas. Es curioso porque este medicamento, de nombre Soliris, que ahora prueban ya se aplica para una de las enfermedades consideradas "raras" (las que afectan a muy pocas personas) pero tiene la característica de que en 2010 fue el fármaco más caro del mundo. Mejorar la calidad de vida de un solo paciente cuesta al año 600.000 euros en nuestro país.
P. La bacteria E. coli, la gripe aviar, la gripe A… ¿Qué paralelismos podemos encontrar entre todas estas enfermedades ampliamente divulgadas y que aterraron a la población en pocos días?
R. Las gripes fueron más sonadas pero es cierto que desde hace unos años cada vez que algún agente causa muertes parece que se exageran sus peligros. En el caso de las gripes se hizo de manera planificada para meter miedo a la población y conseguir vender más vacunas y antivirales. Con la E. coli todavía es pronto pero seguramente con el paso de las semanas vayamos aclarándonos. Habrá que seguir la pista de ese fármaco.
P. Sabiendo que España tiene el mayor campo de cultivo de transgénicos de Europa y que las bacterias E. coli son un elemento importante en la construcción de transgénicos. Es razonable pensar que el brote de E. coli se pudiera haber producido en España, ¿no?
R. Me consta que hay organizaciones investigando si la bacteria nueva pudiera estar relacionada con los transgénicos pero por ahora no hay nada concluyente.
P. El mes pasado realizamos una entrevista a Alfredo Embid, coordinador de la Asociación de Medicinas Complementarias, en la que afirmaba, entre otros aspectos, que la OMS y otros organismos de la ONU están sometidos a los intereses de la AIEA (Agencia Internacional de la Energía Atómica) impidiendo realizar declaraciones, publicaciones e investigaciones de forma independiente. ¿Son los “lobbies” o grupos de presión tan poderosos como parecen?
R. Sin duda, más de lo que sabemos e imaginamos. Hoy el problema de las democracias es que son permeables a los grupos de presión industriales. Es evidente ya y así lo está percibiendo la población y de ahí en parte el nacimiento de estos movimientos de rebeldía como el 15-M, que muchos políticos se han convertido en delegados comerciales de los diferentes sectores empresariales, que están para hacer las políticas que necesitan dichos sectores para que la rueda del actual modelo económico capitalista no pare de girar.
P. Remedios para el cáncer que no son rentables para la industria, la privatización de la sanidad, el negocio de las farmacéuticas, etc., todo ello da cuenta de cómo el capitalismo está al alcance de todo. En este contexto, ¿es posible pensar y desarrollar un modelo de defensa de la salud que realmente esté al servicio de las personas dentro del sistema o es indispensable hacerlo a la vez que pensamos en otra forma de sociedad diferente a la establecida?
R. El modelo público de salud que tenemos no es malo pero está al servicio de las industrias privadas y tiene por ello un enfoque muy medicalizador. Si los profesionales, los trabajadores que lo componen se lo propusieran, y una parte lo intenta, podría mejorarse mucho. Por ejemplo, como en otros países se hace, apostando por una Medicina Integrativa, que aúne lo que funcione de la medicina convencional con otras alternativas y complementarias que estén comprobadas científicamente. Sin duda otra manera de organización social impulsaría otro modelo sanitario basado más en la gestión de la salud por cada uno, en el cuidado de la salud y la prevención en vez de en esperar a estar enfermo para entrar en la rueda casi infinita del asistencialismo.
P. Actualmente existen diferentes colectivos de defensa de la salud, bien desde la perspectiva de las medicinas complementarias como es el caso del trabajo que realiza Alfredo Embid y su equipo, o bien desde la perspectiva de la autogestión de la salud, como es el caso del colectivo Sumendi. ¿Qué opinión le merece este tipo de proyectos? ¿Cree necesaria una coordinación entre todos aquellos que se consideran disidentes al modelo de salud “oficial”?
R. Es un trabajo necesario y sería bueno que hubiera una mejor coordinación ente ellos aunque insisto en que lo que el ciudadano busca a la hora de sanar no es este o aquel modelo sino lo que le funcione por eso cada vez más acude a las medicinas alternativas porque el modelo "oficial" no nos está satisfaciendo. Pero creo que no hay que ser exclusivos sino inclusivos e integrar todas las tendencias que funcionen y desterrar las que no.
P. Recién editado su nuevo trabajo “Laboratorio de médicos. Viaje al interior de la medicina y la industria farmacéutica” (editorial Península). ¿Tiene algún otro proyecto ya en mente?
R. Bueno de momento hay que impulsar este nuevo libro pero sí tengo muchos proyectos de este y otro tipo in mente, hay un tema que me preocupa mucho y es el embarazo, parto y crianza de los hijos que se está haciendo y el que se podría hacer.
Podéis seguir sus investigaciones y publicaciones en la siguiente web: www.migueljara.com
Fuente: Periódico cnt nº 380
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