Jue, 17/02/2011 - 10:05 — elche
Tras la acción CONSUME HASTA MORIR contra el despilfarro y el consumismo que realizamos en las calles de Elche el pasado 24 de diciembre, conjuntamente con miembros del Grupo Antimilitarista Tortuga y la Colla Ecologista El Campaná, donde varios participantes fuimos identificados por las diversas policías, un miembro de CNT participante en el acto, ha recibido una multa de 300 Euros del Ayuntamiento de Elche, basándose en una Ordenanza Municipal de Limpieza, donde entre otras prohibiciones figuran la colocación de carteles y pancartas en la vía publica, pintadas, reparto de octavillas fuera de buzones o sin autorización, etc. ¿?La multa ya ha sido conveniente recurrida, lo siguiente es seguir ejerciendo nuestros derechos, seguir difundiendo nuestras ideas por todos los medios a nuestro alcance, esta es nuestra primordial batalla. Así que os adelantamos lo que será el texto impreso en un nuevo panfleto, que repartiremos en la calle. ¡Salud y anarquía!
CNT ELCHE
¿A esto lo llaman limpieza? Esto se llama censura, censura a unas ideas y a unos colectivos en concreto. Al poder siempre le preocupa acallar las voces críticas. Y más en los tiempos que corren, cuando el esfuerzo para entretener a la plebe se torna más difícil. Y tienen todos los medios controlados, sus grandes medios, la televisión, sus periódicos, sus empresas de entretenimiento y fábricas de ilusiones. Y al mismo tiempo acallan, suprimen los medios que ellos no controlan: La calle y la Red. Ahí se escuchan las otras voces, las que el gobierno y las empresas no pueden controlar. Al menos lo intentan. No quieren ver nuestros carteles, pero sobre todo quieren que la gente no los vea, y piense que hay quien, disconforme con la sociedad y el sistema en que vivimos, esta construyendo otra forma de hacer las cosas.Las ordenanzas municipales de todo tipo, destinadas a esconder todo lo que el sistema no quiere ver, no solo la expresión y la protesta, sino la exclusión social que ellos mismos propician, no son más que una nueva forma de control social , que asegura el éxito de su implantación, gracias a que se regula con probado afán recaudatorio, además de decantarse en su faceta más represiva contra personas y organizaciones de expresión popular, no solo a nivel político, sino a también a nivel cultural, social o de ocio.Pero estamos en nuestro derecho, a la libertad de expresión y de acción, a la libertad de información y a la libertad sindical, no nos van a coartar, no nos van a callar.La calle está viva. La calle habla. La calle baila. La calle canta.
Tras la acción CONSUME HASTA MORIR contra el despilfarro y el consumismo que realizamos en las calles de Elche el pasado 24 de diciembre, conjuntamente con miembros del Grupo Antimilitarista Tortuga y la Colla Ecologista El Campaná, donde varios participantes fuimos identificados por las diversas policías, un miembro de CNT participante en el acto, ha recibido una multa de 300 Euros del Ayuntamiento de Elche, basándose en una Ordenanza Municipal de Limpieza, donde entre otras prohibiciones figuran la colocación de carteles y pancartas en la vía publica, pintadas, reparto de octavillas fuera de buzones o sin autorización, etc. ¿?La multa ya ha sido conveniente recurrida, lo siguiente es seguir ejerciendo nuestros derechos, seguir difundiendo nuestras ideas por todos los medios a nuestro alcance, esta es nuestra primordial batalla. Así que os adelantamos lo que será el texto impreso en un nuevo panfleto, que repartiremos en la calle. ¡Salud y anarquía!
CNT ELCHE
¿A esto lo llaman limpieza? Esto se llama censura, censura a unas ideas y a unos colectivos en concreto. Al poder siempre le preocupa acallar las voces críticas. Y más en los tiempos que corren, cuando el esfuerzo para entretener a la plebe se torna más difícil. Y tienen todos los medios controlados, sus grandes medios, la televisión, sus periódicos, sus empresas de entretenimiento y fábricas de ilusiones. Y al mismo tiempo acallan, suprimen los medios que ellos no controlan: La calle y la Red. Ahí se escuchan las otras voces, las que el gobierno y las empresas no pueden controlar. Al menos lo intentan. No quieren ver nuestros carteles, pero sobre todo quieren que la gente no los vea, y piense que hay quien, disconforme con la sociedad y el sistema en que vivimos, esta construyendo otra forma de hacer las cosas.Las ordenanzas municipales de todo tipo, destinadas a esconder todo lo que el sistema no quiere ver, no solo la expresión y la protesta, sino la exclusión social que ellos mismos propician, no son más que una nueva forma de control social , que asegura el éxito de su implantación, gracias a que se regula con probado afán recaudatorio, además de decantarse en su faceta más represiva contra personas y organizaciones de expresión popular, no solo a nivel político, sino a también a nivel cultural, social o de ocio.Pero estamos en nuestro derecho, a la libertad de expresión y de acción, a la libertad de información y a la libertad sindical, no nos van a coartar, no nos van a callar.La calle está viva. La calle habla. La calle baila. La calle canta.
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