Sección Sindical de CNT-AIT en el Área de Gestión de Infraestructuras (A.G.I.) del Departament de Territori i Sostenibilitat (DTES) de la Generalitat de Catalunya
jueves 22 de diciembre de 2011
A diferencia de las sentencias anteriores contra los despidos de la Generalitat, esta vez la justicia ha declarado nulos los despidos y obliga a la empresa de la Generalitat a readmitirles y pagarles el sueldo del tiempo que han estado parados. El titular del Juzgado de lo Social número 12 de Barcelona incluso lanza una advertencia: aunque la Administración recurriera, son despidos improcedentes. La razón: una empresa pública no puede echar a sus empleados por motivos económicos, como pretendía justificarlos el Gobierno, porque no persigue los mismos fines que las empresas privadas.
El magistrado destaca que el Incasòl es una entidad pública cuyo fin es “favorecer una utilización del suelo de acuerdo con el interés general” y no “concurrir en el mercado como si de un competidor más se tratara”. El juez expresa incluso que los resultados del Incasòl “no pueden medirse ni valorarse con los parámetros finalistas de beneficios o pérdidas inherentes a las sociedades capitalistas privadas”.
La sentencia es dura con la Administración catalana, como cuando apunta que el coste laboral anual de los 19 despedidos era de entre 800.000 y 900.000 euros, una cifra que compara con la deuda de la Generalitat con el Incasòl, de casi 340 millones de euros. El juez reprocha entonces al Incasòl que despida a los afectados para ahorrarse su salario cuando no “ha adoptado medida o previsión alguna —como sería exigible de acuerdo con los principios de eficacia administrativa y racionalidad en su gestión— para corregir” la deuda.
Los 19 casos de la sentencia forman parte de un total de 22. De los tres despedidos restantes, dos decidieron no recurrir y el tercero es el exdirector de Comunicación David Companyon, cuyo despido fue declarado nulo por motivos ideológicos.
Fuente:
El País, 21 de diciembre de 2011
La Vanguardia, 22 de diciembre de 2011
El Mundo, 21 de diciembre de 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario