Extraido del blog de greenpeace,Blogpost por Carlos Bravo, energía - marzo 13, 2011 en 19:51
ACTUALIZACIÓN: 13 de marzo de 2011, 20:00h
Greenpeace sigue extremadamente preocupada por la seguridad de los trabajadores y de los habitantes de las zonas colindantes a las plantas nucleares averiadas en Fukushima, Japón.
En el noreste de Japón, en la zona cercana al epicentro del seísmo, se han visto afectados por este terremoto los complejos nucleares de Onagawa (con tres centrales nucleares), Fukushima-Daiichi (seis reactores), Fukushima-Daini (cuatro reactores) y Tokai (un reactor). Las más cercanas a éstas son las siete centrales del complejo nuclear Kashiwazaki-Kariwa, ubicadas en la costa oeste, en el lado opuesto de la isla.
Al parecer hay cinco reactores nucleares cuyo sistema de refrigeración se estropeó por el seísmo.
Esto es la información que Greenpeace tiene sobre la situación en las dos plantas más afectadas (a las 18:00 horas del domingo 13 de marzo de 2011).
Fukushima-Daiichi
Esta mañana, el nivel de agua en la vasija del reactor de la unidad 3 estaba tres metros por debajo de la parte superior de las barras de combustible nuclear, por lo que éstas quedaban casi totalmente al descubierto.
Los elementos de combustible se sobrecalentaron y dañaron (fusión parcial del núcleo), pero, según las autoridades japonesas, se ha conseguido evitar la fusión completa, por ahora.
No obstante, hay generación de hidrógeno y, por tanto, riesgo de explosión de éste, lo que podría dañar la contención y liberar grandes cantidades de radiactividad.
La unidad 1 está seriamente dañada y se sigue luchando para tratar de refrigerarla y para ello se liberan periódicamente los gases radiactivos al medio ambiente.
Se ha informado de que los niveles de agua en la unidad 2 eran anormalmente bajos y la refrigeración sigue aún sin funcionar. El sábado pasado se dio a conocer que se produjeron escapes radiactivos en la unidad, pero no se ha dado más información.
Diferencias de riesgo entre la unidad 1 (preocupación principal ayer) y la unidad 3 (preocupación principal en estos momentos):
- la central nuclear Fukushima-3 es unos dos tercios mayor que la unidad 1, lo que significa que los operadores de la central tienen que lidiar con una cantidad correspondientemente mayor de calor en el reactor.
- Fukushima-3 usa en parte combustible mixto de uranio y plutonio (MOX), que genera mucho más calor que el combustible de uranio convencional.
El combustible MOX de la unidad 3 puede fallar más fácilmente al calentarse porque su punto de fusión es más bajo y se generan más gases en los elementos de combustible.
Hay mucha menos información experimental y experiencia práctica del comportamiento de combustible MOX bajo condiciones de accidente que con respecto al combustible de uranio convencional.
Si el combustible se funde, el riesgo de “recriticidad” o de reacción nuclear espontánea es más alto con combustible MOX. Se trata del peor escenario posible. En condiciones de accidente, se utiliza agua borada para refrigerar e impedir la criticidad, pero la presencia de cantidades más grandes de plutonio fisible reduce la efectividad del boro.
Cuando el núcleo se daña, la mayor amenaza son los gases radiactivos que se acumulan en los entresijos del combustible. La cantidad de estos gases es aproximadamente el doble en el combustible MOX de uranio-plutonio que en el de uranio convencional, lo que implica el doble de potencial de liberación de radioactividad.
Si el reactor está muy dañado, el plutonio (cuya vida media es de cerca de 25.000 años) puede llegar a dispersarse en el medio ambiente, causando una contaminación a muy largo plazo. El combustible MOX tiene cinco veces más uranio que el combustible gastado de uranio convencional.
Fukushima-Daini
De acuerdo con la última información disponible, las unidades 1, 2 y 4 están todavía sin refrigerar y periódicamente se liberan gases radiactivos.
Los niveles de radiactividad alrededor de las plantas están significativamente por encima de normal, lo que indica que se está realizando una liberación de gases radiactivos de forma continuada. Hay noticias de mediciones elevadas de radiactividad hasta 100 kilómetros de distancia, cerca de Onagawa, otra central nuclear, pero la causa no ha sido identificada – podría ser contaminación de Fukushima llevada por el viento, o un escape local.
Según las informaciones, se ha ordenado evacuar a cerca de 200.000 personas en un radio de unos 20 kilómetros alrededor de Fukushima-Daiichi y de 10 kilómetros alrededor de Fukushima-Daini.
Al menos 19 personas han sido expuestas a niveles nocivos de radiación.
Carlos Bravo, responsable de energía de Greenpeace
ACTUALIZACIÓN: 13 de marzo de 2011, 20:00h
Greenpeace sigue extremadamente preocupada por la seguridad de los trabajadores y de los habitantes de las zonas colindantes a las plantas nucleares averiadas en Fukushima, Japón.
En el noreste de Japón, en la zona cercana al epicentro del seísmo, se han visto afectados por este terremoto los complejos nucleares de Onagawa (con tres centrales nucleares), Fukushima-Daiichi (seis reactores), Fukushima-Daini (cuatro reactores) y Tokai (un reactor). Las más cercanas a éstas son las siete centrales del complejo nuclear Kashiwazaki-Kariwa, ubicadas en la costa oeste, en el lado opuesto de la isla.
Al parecer hay cinco reactores nucleares cuyo sistema de refrigeración se estropeó por el seísmo.
Esto es la información que Greenpeace tiene sobre la situación en las dos plantas más afectadas (a las 18:00 horas del domingo 13 de marzo de 2011).
Fukushima-Daiichi
Esta mañana, el nivel de agua en la vasija del reactor de la unidad 3 estaba tres metros por debajo de la parte superior de las barras de combustible nuclear, por lo que éstas quedaban casi totalmente al descubierto.
Los elementos de combustible se sobrecalentaron y dañaron (fusión parcial del núcleo), pero, según las autoridades japonesas, se ha conseguido evitar la fusión completa, por ahora.
No obstante, hay generación de hidrógeno y, por tanto, riesgo de explosión de éste, lo que podría dañar la contención y liberar grandes cantidades de radiactividad.
La unidad 1 está seriamente dañada y se sigue luchando para tratar de refrigerarla y para ello se liberan periódicamente los gases radiactivos al medio ambiente.
Se ha informado de que los niveles de agua en la unidad 2 eran anormalmente bajos y la refrigeración sigue aún sin funcionar. El sábado pasado se dio a conocer que se produjeron escapes radiactivos en la unidad, pero no se ha dado más información.
Diferencias de riesgo entre la unidad 1 (preocupación principal ayer) y la unidad 3 (preocupación principal en estos momentos):
- la central nuclear Fukushima-3 es unos dos tercios mayor que la unidad 1, lo que significa que los operadores de la central tienen que lidiar con una cantidad correspondientemente mayor de calor en el reactor.
- Fukushima-3 usa en parte combustible mixto de uranio y plutonio (MOX), que genera mucho más calor que el combustible de uranio convencional.
El combustible MOX de la unidad 3 puede fallar más fácilmente al calentarse porque su punto de fusión es más bajo y se generan más gases en los elementos de combustible.
Hay mucha menos información experimental y experiencia práctica del comportamiento de combustible MOX bajo condiciones de accidente que con respecto al combustible de uranio convencional.
Si el combustible se funde, el riesgo de “recriticidad” o de reacción nuclear espontánea es más alto con combustible MOX. Se trata del peor escenario posible. En condiciones de accidente, se utiliza agua borada para refrigerar e impedir la criticidad, pero la presencia de cantidades más grandes de plutonio fisible reduce la efectividad del boro.
Cuando el núcleo se daña, la mayor amenaza son los gases radiactivos que se acumulan en los entresijos del combustible. La cantidad de estos gases es aproximadamente el doble en el combustible MOX de uranio-plutonio que en el de uranio convencional, lo que implica el doble de potencial de liberación de radioactividad.
Si el reactor está muy dañado, el plutonio (cuya vida media es de cerca de 25.000 años) puede llegar a dispersarse en el medio ambiente, causando una contaminación a muy largo plazo. El combustible MOX tiene cinco veces más uranio que el combustible gastado de uranio convencional.
Fukushima-Daini
De acuerdo con la última información disponible, las unidades 1, 2 y 4 están todavía sin refrigerar y periódicamente se liberan gases radiactivos.
Los niveles de radiactividad alrededor de las plantas están significativamente por encima de normal, lo que indica que se está realizando una liberación de gases radiactivos de forma continuada. Hay noticias de mediciones elevadas de radiactividad hasta 100 kilómetros de distancia, cerca de Onagawa, otra central nuclear, pero la causa no ha sido identificada – podría ser contaminación de Fukushima llevada por el viento, o un escape local.
Según las informaciones, se ha ordenado evacuar a cerca de 200.000 personas en un radio de unos 20 kilómetros alrededor de Fukushima-Daiichi y de 10 kilómetros alrededor de Fukushima-Daini.
Al menos 19 personas han sido expuestas a niveles nocivos de radiación.
Carlos Bravo, responsable de energía de Greenpeace
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