Parece redundante pero no lo es, en una situación como la que estamos viviendo es un insulto que el gobierno de más de 21 millones de euros al sindicalismo oficial que lejos de hacer algo para evitar la sangría de parados que día a día tenemos no hace otra cosa que marear la perdiz y echar las culpas a todos… menos al gobierno, que es, ¡oh! casualidad, el que paga.
Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2009 traen en sus programas 19.01.291M.480 y 19.01.291M.489 las cantidades que este año van a destinar a los Sindicatos. En concreto, “A los participantes en órganos consultivos y consejos”; es decir, a CC.OO., UGT, ELA, USO y la patronal CEOE la friolera de 5.300.790 de euros, que al cambio viene a ser más de 765 millones de pesetas. Pero esto no es todo, porque la parte del león viene a continuación en el concepto “Financiación y compensaciones económicas”, con 15.798.500 de euros, que pasados a pesetas son más de 2.628 millones.
El importe total previsto en los PGE para 2009 es de 21.099.290 de euros, casi 3.400 millones de pesetas. Si lo comparamos con lo previsto para el año 2008 nos topamos con la sorpresa que han congelado la asignación, que no la han subido para gran disgusto, suponemos, de Cándido y del camarada Toxo.
El reparto, para que no haya disputas, es de imaginar que se hará igual que los anteriores y que entre los 10 primeros se lleven casi todo. Llama la atención que sindicatos como ELA, LAB o la CIG no duden en pedir dinero al estado del que presuntamente quieren desligarse. Cosas más raras se han visto.
Porque, para raro raro es el concepto en el que meten la partida económica (los 19.01.291M.480 y 19.01.291M.489, obviamos el lenguaje farragoso de los presupuestos para que se pueda entender bien) porque estas partidas corresponden a las destinadas a “Familias e instituciones sin ánimos de lucro”. Es decir, que los casi 3.400 millones de pesetas van a parar a unas organizaciones que no tienen ánimo de lucro ni, añadimos nosotros, ánimo de nada, excepto cobrar.
Lo hemos dicho muchas veces, mientras el sindicalismo dependa de las subvenciones para subsistir no sirve como herramienta de lucha; los sindicatos deben hacerse atractivos para los trabajadores a través de su actuación diaria, enfrentándose a las injusticias y evitando que las crisis las paguen los que menos culpa tienen. Si se consigue una afiliación masiva y que los trabajadores participen con sus cuotas en el sostenimiento de los Sindicatos habremos dado un paso de enorme calado para que vuelvan a ser temidos.
Por eso y porque es de justicia que nadie esté obligado a participar económicamente, en este caso vía impuestos, en el sostenimiento de algo que no le sirve, desde CNT pedimos la supresión de todas las subvenciones que reciben los Sindicatos y que ese dinero ya presupuestado vaya a financiar proyectos sociales para los parados.
CNT de Extremadura
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